Todos viajamos para admirar las bellezas naturales de un país y nuestros ojos agradecen y nuestra mente descansa sobre ése pasto alucinante,la piel se nutre del esplendor del sol y nuestro corazón late más apacible por lo que la vista le cuenta con el más mínimo detalle.
Así la naturaleza nos regala su oxígeno,sus colores,sus frutos,en definitiva,nos da todo lo mejor que tiene sin pedir nada a cambio,pero deberíamos darnos cuenta que somos responsables de la misma y que debemos ser agradecidos para que ella pueda sanar y continuar brillando y deslumbrando como desde el primer día en que el mundo fué creado por Dios.
Estamos mancillando,dilapidando,menospreciando y destruyendo nada menos que nuestro hogar.
¿A quién se le ocurriría derribar las paredes de su casa,cortar su limonero o incendiar su habitación tan solo para cambiarlo por dinero?,seguro que tú no,pero muchas empresas lo hacen sin importar el mañana,sólo para su beneficio y el de algunos pocos.
Comencemos a tomar conciencia del mundo que queremos,no te voy a pedir que no tires basura en la calle o en el mar porque todos sabemos lo que provoca,te voy a pedir que actúes como si todo el suelo que pisas fuera tu hogar ,porque en definitiva lo es.
Gracias
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