Hemos sido educados para ocultar la verdad,nos pasa que cuando conocemos
a alguien que va por la vida diciendo lo que piensa creemos que es distinto y hasta a veces un mal ejemplo a seguir.
Pero porque pensamos así? Claro está que de niños ocultábamos información para no ser regañados y creíamos ganar la partida cuando no nos descubrían,éso fué lo que llevábamos de bandera con nuestros amigos,"ganar la batalla de la mentira".
Trasladamos ése conocimiento a nuestra vida de adultos y podemos ver que no es tan así como nos enseñaron.
Podemos decir la verdad y a veces hasta nos dará satisfacciones.
Aprendamos y enseñemos a confiar y poder decir realmente que es lo que nos está pasando,ésa libertad no la conseguiremos en ningún otro lado que no sea dentro de nuestros corazones.
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