Mi última hija nació con una condición distinta a la esperada,en la actualidad Morena tiene trece años y llegó a ser mucho más de lo que creí que podría ser.
Cuando uno se encuentra en ésta situación,en principio comienza a pensar en el futuro y en los miedos ,sentimiento egoísta pero real,luego de unos días nos preguntamos,porqué a mi?, a los meses nos hacemos expertos en tratamientos para desarrollar las capacidades del niño/a,al pasar los años nos volvemos a preguntar porque y luego nos ponemos las pilas y le damos para adelante arremetiendo con todo lo que se nos cruza por delante de nuestras planificaciones para ése ser,que es ni más ni menos que nuestro hijo preciado.
La diferencia la marcamos los adultos,en mis experiencias vividas con More fué evidente el trato distinguido que tuvo con sus compañeros de escuela común,los pares la aceptan y la cuidan como una más,por éso es tan importante la inclusión,lucha siempre por éso si tienes un hijo/a con capacidades diferentes,no dejes que la institucionalicen en un lugar del cual no va a poder salir jamás,no importa lo que aprenda en la escuela común,obviamente muchos niños no están en condiciones de aprender lo mismo que la media normal,por llamarlos de alguna manera,pero lo más importante es que crezca con amigos.
Lucha tú por sus derechos hasta que sientas desmayar,porque será así, en momentos querrás bajar los brazos,sigue hasta el final,no dejes que te roben la niñez de tu bebé.
Y una cosa más,no son ni "angelitos" ni "especiales",simplemente se manejan en la vida con amor verdadero,creo que nunca me han abrazado y besado de la manera que lo hace mi hija Morena.
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