Si tan solo pudiéramos no pensar y desatar toda nuestra energía en algún propósito seguramente veríamos los frutos de algo soñado,pero durante años nos enseñaron a tener paciencia,a no ser arrebatados,esperar el momento justo,y así nos fuimos perdiendo un montón de oportunidades impensadas y momentos que quién sabe que hubiera pasado..
Debemos cambiar nuestra cabeza y ponerla a trabajar en nuestra imaginación, si, ésa!! la de tu niñez, te acordás?.
Pasábamos horas pensando en como sería nuestro primer beso, en ése encuentro que nunca se cumplió,por esperar el momento oportuno, y que pasó?,absolutamente nada.
Éso nos va a seguir pasando si no ponemos manos a la obra y cerebro a la imaginación,nuestra vida depende de éso, nuestro éxito ó fracaso también.
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